
Antes que nada, tengo que agradecerle a Franco (compañero de facultad) que me hizo notar de este problema que en instantes voy a escribir. Así que Franco, gracias.
Este conocido medio de transporte (el colectivo) es parte de la vida de todos los habitantes de una ciudad, tantos para los que lo usan, como para los que se tienen que comer el humo y el ruido que estos producen.
Dentro de este gran automóvil se da una situación muy cotidiana para los que consumen este servicio: “El dilema del asiento de al lado”. – Paso a explicar de que se trata esto para los que todavía tienen dudas-:
Este hecho se produce cuando uno está sentado en el lado de la ventanilla y quiere salir para bajarse del bondi. Tres cuadras antes de bajarse, tiene que ir pensando cómo le dice a la persona que tiene al lado que se tiene que bajar.
Modos en los cuales uno le pide al señor de al lado que se corra para que usted se pueda bajar:
- Simplemente le avisa a la persona que esté al lado con un sutil “disculpa, me tengo que bajar”.
- (Éste es buenísimo y muy común). Avistas la parada donde tenés que bajarte, te paras, agarras la mochila que tenías entre las piernas y le haces una carita como sonriendo con un rostro de “disculpa macho”, a la persona sentada nexo a vos.
- También está el gran “a ver” que a veces se acompaña con un “Uh” anterior, pero este caso ya se usa cuando te dormiste y tenés que bajarte lo más rápido posible antes que el chofer te lleve hasta Lujan.
La situación sería: (Con cara de sorprendido, tratando de mirar por arriba de todos los asientos donde está tu parada o en que calle estás) “Uh a ver” te paras rápidamente, sin dejar que la persona que está sentada a tu izquierda se pare, le haces que corra los pies para un costado y vos pasas por el huequito que te dejó entre el asiento de adelante y el de él.
Pero en todo esta situación, está la postura de cuando vos estás del lado del pasillo y un molesto te hace levantar para que pueda bajarse del colectivo. En fin, desde cualquier punto de vista que se mire, te rompe y mucho cualquier ubicación en el colectivo.
Pensamientos que tenés si sos el personaje que está del lado del pasillo cuando el molesto que está contra la ventana se quiere bajar del colectivo:
- “Uh en cualquier momento se va a querer bajar, no te puedo creer. Me paro mejor antes que me pegue en la cabeza con el bolsote ese que tiene arriba de las piernas”
- (Este concuerda con el último modo redactado más arriba) “Otro más que se quiere bajar… no me paro ni empedo… corro los pies para el pasillo y que pase por donde pueda”.
Todas estas son ocasiones que uno puede llegar a vivir en un transporte público. Para su mejor comodidad, cómprese un auto y que no sea tres puertas simplemente, porque si se calienta tanto cuando tiene que correrse del asiento para dejar que la persona de al lado se baje, ni me quiero imaginar cómo se pondrá cuando esté en el auto del lado del acompañante, se tenga que bajar y correr el asiento para que su compañero que viene en el lugar de atrás se baje.
VAGO! MALA PERSONA!
Este conocido medio de transporte (el colectivo) es parte de la vida de todos los habitantes de una ciudad, tantos para los que lo usan, como para los que se tienen que comer el humo y el ruido que estos producen.
Dentro de este gran automóvil se da una situación muy cotidiana para los que consumen este servicio: “El dilema del asiento de al lado”. – Paso a explicar de que se trata esto para los que todavía tienen dudas-:
Este hecho se produce cuando uno está sentado en el lado de la ventanilla y quiere salir para bajarse del bondi. Tres cuadras antes de bajarse, tiene que ir pensando cómo le dice a la persona que tiene al lado que se tiene que bajar.
Modos en los cuales uno le pide al señor de al lado que se corra para que usted se pueda bajar:
- Simplemente le avisa a la persona que esté al lado con un sutil “disculpa, me tengo que bajar”.
- (Éste es buenísimo y muy común). Avistas la parada donde tenés que bajarte, te paras, agarras la mochila que tenías entre las piernas y le haces una carita como sonriendo con un rostro de “disculpa macho”, a la persona sentada nexo a vos.
- También está el gran “a ver” que a veces se acompaña con un “Uh” anterior, pero este caso ya se usa cuando te dormiste y tenés que bajarte lo más rápido posible antes que el chofer te lleve hasta Lujan.
La situación sería: (Con cara de sorprendido, tratando de mirar por arriba de todos los asientos donde está tu parada o en que calle estás) “Uh a ver” te paras rápidamente, sin dejar que la persona que está sentada a tu izquierda se pare, le haces que corra los pies para un costado y vos pasas por el huequito que te dejó entre el asiento de adelante y el de él.
Pero en todo esta situación, está la postura de cuando vos estás del lado del pasillo y un molesto te hace levantar para que pueda bajarse del colectivo. En fin, desde cualquier punto de vista que se mire, te rompe y mucho cualquier ubicación en el colectivo.
Pensamientos que tenés si sos el personaje que está del lado del pasillo cuando el molesto que está contra la ventana se quiere bajar del colectivo:
- “Uh en cualquier momento se va a querer bajar, no te puedo creer. Me paro mejor antes que me pegue en la cabeza con el bolsote ese que tiene arriba de las piernas”
- (Este concuerda con el último modo redactado más arriba) “Otro más que se quiere bajar… no me paro ni empedo… corro los pies para el pasillo y que pase por donde pueda”.
Todas estas son ocasiones que uno puede llegar a vivir en un transporte público. Para su mejor comodidad, cómprese un auto y que no sea tres puertas simplemente, porque si se calienta tanto cuando tiene que correrse del asiento para dejar que la persona de al lado se baje, ni me quiero imaginar cómo se pondrá cuando esté en el auto del lado del acompañante, se tenga que bajar y correr el asiento para que su compañero que viene en el lugar de atrás se baje.
VAGO! MALA PERSONA!
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